Al hilo del tema que nos ocupa estos días, El teatro español en la primera mitad del s. XX, recordemos en qué consiste la parodia, concepto que utilizaremos para comentar algunas obras de la época. Recordaréis que Cervantes parodió en el Quijote los libros de caballerías de forma tan contundente que el género caballeresco desapareció.
La parodia es un eficaz recurso crítico que caricaturiza o interpreta humorísticamente otra obra , un autor o un tema mediante la imitación o la burla irónica. La parodia tiene elementos comunes con lo parodiado, que se presentan deformados por razones lúdicas (La venganza de D. Mendo) o críticas (Luces de bohemia)
La venganza de D. Mendo es una conocida comedia de Pedro Muñoz Seca. A pesar de su superficialidad y de su moderada calidad literaria, es una comedia graciosísima y enormemente teatral. Se estrenó en 1918 y su éxito fue tan grande que es la cuarta obra más representada de todos los tiempos en España junto con D. Juan Tenorio, La vida es sueño y Fuenteovejuna.
La comedia es una parodia de los dramas románticos e históricos del siglo XIX y en ella aparecen elementos comunes como la vuelta a la Edad Media, los castillos, el trovador enamorado, la leyenda, el amor, la intriga, el sino, lo oriental y el final trágico de los personajes (exageradamente trágico en este caso), que se convierten en chiste y mofa del teatro romántico con la única intención de ridiculizar este género y obtener la risa del espectador. La venganza de D. Mendo está escrita en verso, como los dramas que parodia, e incluye casi todos los metros y estrofas de la poesía castellana. La venganza de D. Mendo no es una obra fácil de representar; se requieren actores que sepan decir bien el verso.
La escena que os ofrezco en la versión cinematográfica del gran actor y director Fernando Fernán Gómez, es una de las más conocidas de la obra. Este clásico del teatro español sigue atrayendo al público de todas las edades y provocando la risa, como pudimos comprobar el año pasado en la última versión de la comedia estrenada en Madrid, producida y adaptada por Tricicle, más fresca y moderna, pero igual de divertida.
La venganza de D. Mendo es una conocida comedia de Pedro Muñoz Seca. A pesar de su superficialidad y de su moderada calidad literaria, es una comedia graciosísima y enormemente teatral. Se estrenó en 1918 y su éxito fue tan grande que es la cuarta obra más representada de todos los tiempos en España junto con D. Juan Tenorio, La vida es sueño y Fuenteovejuna.
La comedia es una parodia de los dramas románticos e históricos del siglo XIX y en ella aparecen elementos comunes como la vuelta a la Edad Media, los castillos, el trovador enamorado, la leyenda, el amor, la intriga, el sino, lo oriental y el final trágico de los personajes (exageradamente trágico en este caso), que se convierten en chiste y mofa del teatro romántico con la única intención de ridiculizar este género y obtener la risa del espectador. La venganza de D. Mendo está escrita en verso, como los dramas que parodia, e incluye casi todos los metros y estrofas de la poesía castellana. La venganza de D. Mendo no es una obra fácil de representar; se requieren actores que sepan decir bien el verso.
La escena que os ofrezco en la versión cinematográfica del gran actor y director Fernando Fernán Gómez, es una de las más conocidas de la obra. Este clásico del teatro español sigue atrayendo al público de todas las edades y provocando la risa, como pudimos comprobar el año pasado en la última versión de la comedia estrenada en Madrid, producida y adaptada por Tricicle, más fresca y moderna, pero igual de divertida.
Ahora os toca a vosotros comentar el valor de la parodia a partir de este episodio del programa de José Mota.
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